El sueño cumplido de Omar Murillo

“Mi primer carro fue un Swift 1.0. Después tuve un Twingo y hasta ahora logré tener el carro  que todavía la vida había soñado, que es la Toyota “Burbuja”, la clásica (la Toyota Land Cruiser posterior a 1993). Siempre había soñado con ese carro, lo veía y lo quería. gracias a Dios hoy lo tengo y  es chévere cumplir ese sueño”.

Lo anterior lo cuenta Omar Murillo, conocido también como ‘Bola Ocho’, quien ha sido el encargado en los últimos años de encarnar a uno de los personajes más queridos en el país en la pantalla chica, Faustino ‘el Tino’ Asprilla, esto en la producción de Caracol Televisión, La Selección.

Aunque confiesa que haciendo el curso de conducción casi se estrella, el actor revela el placer que siente al viajar por vía terrestre.

“Me encanta salir en el carro, las paradas a comer en carretera me parecen espectaculares. Donde veo que hay el humito de sancocho o que uno puede parar, lo hago. Eso es súper agradable, en familia es muy bello”.

Murillo tiene 31 años y nació en Cali el 1 de octubre de 1981. Proviene de un origen muy humilde, pues vivió su infancia en el barrio 12 de Octubre, uno de los más pobres de la ciudad. Vendía frutas y verduras en la plaza de mercado, cuidaba carros, cortaba el pasto y sacaba la basura en conjuntos residenciales para obtener dinero. Siempre quiso ser futbolista, pero gracias a su personalidad arrolladora y su sonrisa se le abrieron las puertas en la actuación.

Actualmente Omar está vinculado a una Fundación por la igualdad racial, un proyecto basado en el departamento del Chocó que trabaja en torno a mejorar las posibilidades de vida de la infancia de la zona.

“Trabajamos con esa infancia que ha sido tan maltratada y olvidada, y aún tan explotada. Aprovecho esta popularidad que tengo, la cual algunos llaman 'fama', para llamar la atención por los más necesitados. Hoy estamos luchando porque los negros en el país se empoderen, que no exista más ese racismo, necesitamos leyes contundentes contra esto, leyes que ayuden al negro. Cuando voy al Chocó o al Pacífico muchos me preguntan '¿Cómo lo hiciste? ¿Cómo lograste llegar a la televisión? ¿No son racistas' Y ahí es donde damos el testimonio: creyendo, preparándonos, podemos empoderarnos y llegar, pero muchos no tienen ese espacio y esa es la idea”.